En el desarrollo normal de cualquier negocio llega un momento en el que todos nos planteamos ¿debería dedicar parte de los ingresos de mi empresa, esos que tanto me cuesta conseguir, en hacer publicidad para darme a conocer, crear imagen de marca, ofrecer promociones…? Hay dos respuestas posibles:

Podemos pensar que estamos haciendo un gasto de dinero que nunca volveremos a ver, que no podemos permitírnoslo, que es mejor invertir únicamente en el producto y la gente vendrá por el boca a boca porque nuestro producto es bueno.

O que estamos realizando una inversión, que se traducirá en ventas, imagen de marca, captación de nuevos clientes que de otra forma no conseguiríamos… En definitiva, un retorno de esta inversión, sea cual sea su forma, dependiendo del objetivo que tuviéramos al hacer la publicidad.

Y aquí llega la gran pregunta: ¿la publicidad es una inversión o un gasto?

La respuesta es clara: INVERSIÓN. Pero solo si lo hacemos bien. No todos los medios son adecuados para tu negocio ni todos nos dirigimos a un mismo tipo de consumidor. Para que tu publicidad sea eficaz y no se convierta en un gasto, tienes que tener en cuenta las siguientes 5 claves:

 

1. Conocer mi producto:

Lo primero que tenemos que plantearnos es ¿qué vendo? ¿qué características tiene mi producto? ¿en qué me diferencio de la competencia? y ¿qué necesidades de los consumidores cubro?
Cuanto mejor definamos nuestro producto o servicio más efectiva será nuestra publicidad. Así podremos resaltar aquello que nos diferencia y nos hace especiales, el por qué nuestro producto y no el de la competencia, cubre mejor las necesidades de los consumidores.

 

2. Analizar mi público objetivo:

Una vez sepamos qué vendemos, tenemos que analizar qué consumidores necesitan y demandan nuestros productos o servicios, y enfocar nuestra comunicación solo hacia ellos. Una buena segmentación puede suponer la diferencia entre el éxito o el fracaso de nuestra publicidad.

Para ello deberemos definir:

  • Sus características sociodemográficas: sexo, edad, localización geográfica, nivel de ingresos, estado civil…
  • Y su estilo de vida: cómo, cuándo y dónde compra, qué hobbies tiene, dónde le gusta pasar sus vacaciones, sus gustos personales…

Una vez analizado todo esto, sabremos que si por ejemplo, vendemos unos pañales ecológicos y reutilizables en tiendas especializadas de Sevilla en tienda online, el público objetivo de nuestra publicidad ¡no son los niños! Serán madres y padres, de entre 27 y 35 años, con preocupación sobre el medio ambiente, de un poder adquisitivo medio y poco tiempo para comprar. Aquí es cuando nos plantearemos ofrecerles una promoción online. Imagínate ahorrarle los de gastos de envío a tus clientes si compran mediante la web y además, comunicarlo en un medio que sepas que utilizan, como publicidad online, radio o televisión.

 

3. ¿Qué está haciendo mi competencia?

Siempre tenemos que tener un ojo en el sector y en la competencia. Ver qué está haciendo y si les funciona. Hoy en día, gracias a Internet, es muy fácil tener esta información y conocer las últimas tendencias. Por ejemplo, gracias a los estudios de Infoadex, sabemos que la inversión en publicidad del primer semestre de 2018 crece un 0.6% comparada con 2017, lo que supone un total de 2.171,6 millones de euros de inversión. Y que este incremento es, sobre todo, gracias al crecimiento de internet (+11,7%), cine (+4,5%) y radio (3,5%).

Y es que el año 2017 fue el 4º año consecutivo en que la inversión publicitaria creció en España. Automoción es el sector que más invierte en publicidad, seguido de distribución y restauración y finanzas. Aunque el que más sube (36%) es el sector energético. El Corte Inglés, Orange y P&G son las marcas que más recursos destinaron a publicidad.

 

4. Comunicar:

Ya se trate de una empresa consolidada o de alguien que acababa de empezar el camino, la publicidad es fundamental. Si no comunicas, no vendes. Pero hay que saber, qué, cómo, cuándo y dónde. Dependerá de cuál sea nuestro objetivo: mejorar la imagen de marca, darnos a conocer, aumentar la conversión de clientes…

Por ejemplo, si tu negocio vende productos físicos, la clave es mostrar sus características o el resultado de su uso, y necesitarás un medio visual como la televisión o las revistas. Mientras que la radio puede ser una gran oportunidad para aquellos anunciantes que no necesitan mostrar sus productos, o cuya comunicación es puramente informativa, como en servicios, comercios o PYMES.

 

5. Medir:

Es el último paso, pero no por ello menos importante, ya que medir la respuesta de la publicidad es clave para saber si ha sido efectiva y poder modificarla o mantenerla.

Puedes echar un ojo a este post interesantísimo donde hablamos sobre: «4 métricas al alcance de todos para medir el éxito de mi publicidad».

De esta forma veremos el porcentaje de éxito que hemos tenido, si hemos cumplido o no los objetivos que nos hayamos marcado y podremos actuar en consecuencia, cambiando el mensaje, reajustando la inversión, cambiando el canal de comunicación por otro que se adapte mejor a nuestras necesidades, etcétera. Testea y siempre toma decisiones que estén avaladas por datos.

 

Por último queremos recordarte que nadie nace sabiendo, pero si analizas bien todos estos elementos y comienzas realizando pequeñas campañas para probar qué es lo que mejor funciona, tus campañas serán un éxito y, con el tiempo, cada vez más eficaces.

 

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Fuentes: Estudio InfoAdex 2018 / Inversión publicitaria 2018