El pasado mes de Enero la consultora LLYC difundió los resultados de la segunda edición de su estudio Tendencias Consumer 2020. En él se desgranaban algunas de las claves que afectarían este año al comportamiento del consumidor, en el que el eje del cambio en los hábitos de consumo y que condicionarán nuestras decisiones y la interacción del consumidor con las marcas lo definen 3 elementos

  • La evolución de los fenómenos demográficos.
  • El impacto de los factores macroeconómicos.
  • La consolidación de las nuevas tecnologías.

Pero ¿cómo habrá influido la crisis sanitaria al mundo del consumo? ¿Se van cumpliendo estas tendencias que habían previsto en LLYC? Veamos las 10 tendencias del comportamiento de los consumidores este 2020 y nuestro análisis de su evolución:

1. Consumidor en crisis

“Consumir menos y mejor” es la premisa de la relación del consumidor con la marca.

Hace casi ya una década se pronosticaba que incluso pasada la crisis los hábitos de consumo se seguirían viendo afectados. El consumidor actual ya no está tan limitado financieramente pero sigue estando condicionado por la misma mentalidad, siendo consciente, demandante y crítico, no solo con lo que compra, sino con su manera de vivir en general.

Esto se ha visto enormemente potenciado los primeros meses del año, en los que la incertidumbre y el cierre de negocios han hecho que las ventas se desplomaran. Sin embargo el último mes ha comenzado un repunte en las compras online.

El confinamiento ha forzado que todos nos hayamos puesto las pilas con las nuevas tecnologías, el teletrabajo, las videollamadas, el entretenimiento online… Y el consumo se ha visto beneficiado por ello, captando a nuevos usuarios que hasta ahora nunca se habían decidido a dar el paso de la compra online.

2. Foodemic

La comida ha pasado a ser uno de los temas que predominan en la mente de los consumidores y en la conversación digital de los últimos años.

Y es que surgen interminables temas relacionados con la alimentación que, en los últimos años, han hecho que los consumidores afecten a todas las dimensiones de la cadena de valor y el propósito de la industria alimentaria.

Todas estas preocupaciones han llevado a que crezcan comunidades como la de los amantes de la comida orgánica, las de flexitarianos, veganos, vegetarianos… Estas comunidades, alimentarán en los próximos años las conversaciones sobre una visión diferente de la comida con implicaciones medioambientales, económicas y geopolíticas.

Además, han sido muchos los negocios que para adaptarse a las limitaciones derivadas del estado de alarma han comenzado a barajar la entrega a domicilio y la colaboración con compañías como Just Eat o El Tenedor para la recepción, gestión y envío de los pedidos.

3. Forever young

La tendencia que experimentará el mayor crecimiento tiene que ver con los productos de belleza y antienvejecimiento. Además, en el caso de la estética, el foco se centrará en buscar los síntomas del cansancio y del estrés. Sin lugar a dudas, una amplia gama de oportunidades para empresas que desean llegar a un consumidor cada vez más obsesionado con conservar su juventud.

“La digitalización del sector belleza nos hace ir más allá del producto, brindando servicios cada vez más personalizados a los consumidores”. Patrick Sabatier, Director de Comunicación y Relaciones Institucionales en L’Oréal.

Son muchas las empresas e influencers que han centrado su contenido en redes en el cuidado personal y la salud física y psicológica que se ha visto afectada. Desde hidratación y protección de la piel reseca por la falta de vitamina d y el uso de productos desinfectantes y jabón de forma continuada.

4. Consumidores marca

Los consumidores están más informados que nunca gracias a las nuevas tecnologías, lo que hace que se conviertan en prosumidores que buscan sus propias experiencias de consumo y convierten a las marcas en un set de herramientas para conseguirlo.

Esta capacidad de influencia sobre el desarrollo de productos y servicios, facilitada por las nuevas y rápidas cadenas de suministro y entrega, la tecnología, las redes sociales y la hiperconectividad, también están generando consumidores creadores de sus propios contenidos de entretenimiento.

Y la mayor influencia que producen es sobre otros consumidores, gracias a las recomendaciones y comentarios. En el comercio online, un artículo que tenga valoraciones y comentarios positivos tendrá una mayor probabilidad de que se compre. Las personas confiamos en otras personas más que en las marcas y conocer la opinión de otro consumidor aunque no le conozcamos de nada produce una gran seguridad y reafirmación de la necesidad de compra.

5. La era de la predicción

La relación consumidor-marca es más digital que nunca y ha creado unas expectativas en el consumidor de la satisfacción inmediata de sus necesidades que requieren la predicción y anticipación por parte de la marca.

El análisis predictivo identificará desde lo que los clientes querrán hasta cómo funcionará el mercado y las tendencias más importantes en el futuro. Las marcas de hoy tienen una oportunidad única para anticiparse y ser las primeras en responder a las expectativas de un consumidor que cambia y evoluciona día a día.

Pese a ello, no todo se puede predecir, y de eso ha quedado patente este año. Por ello, pese al porcentaje de seguridad que podamos tener de cómo se desarrollarán las cosas debemos plantear planes de contingencias que nos ayuden a levantarnos en momentos de crisis.

6. Retail Reborn

Muchos centros comerciales continúan prosperando a pesar del aumento del comercio electrónico, una de las principales razones a las que se atribuye la extinción paulatina de la categoría. Y es que, entre las ventajas de las tiendas físicas, el factor humano desempeña un papel fundamental.

Los centros comerciales son considerados otro tipo de entretenimiento, en el que hacen ver que el retail puede ser una opción más de ocio y una puerta para el marketing experiencial, con el que atraer y retener al consumidor, haciéndole sentir parte de un conjunto, de un todo.

7. Activismo Posgeneracional

Desde iniciativas digitales hasta compromisos sociales, los consumidores están recurriendo a todas las formas de expresión y participación pública para difundir el mensaje sobre el cambio y la concienciación.

La popularidad y el énfasis actual en el activismo ha sumado cada vez más adeptos, siendo el “envejecimiento” de las redes sociales una de las razones. Cada vez participan más adultos como usuarios activos, influyendo en que el activismo social no sea solo terreno de jóvenes, desdibujando las edades de quienes adoptan una causa como propia. El activismo social es, para algunos mayores, una ocupación que permite el uso de su experiencia de vida habilidades y conocimientos para la transformación social y comunitaria y que brinda oportunidades para ir más allá de las ocupaciones tradicionalmente vistas como apropiadas para ellos.

Este activismo es recogido por las marcas que comienzan a cambiar su mentalidad. Un 44% de los consumidores ha dejado de comprar marcas no sostenibles. Así lo desvela un estudio publicado en el 2º Congreso de Desarrollo Sostenible, organizado por AECOC y FIAB. Conscientes de ello, gigantes como McDonald’s, Coca-Cola o Damm apuestan por alianzas entre empresas y proveedores para avanzar hacia la sostenibilidad S.L.

8. Una nueva calma

Se estimaba a principios de año que para finales de 2020, en el mundo habrá conectados cerca de 50 mil millones de dispositivos móviles. Este esfuerzo de las sociedades por estar cada vez más conectadas, apelando a factores como la productividad y la eficiencia ha empujado a las mismas personas a buscar una vía de escape a una era de la información caracterizada por la ansiedad de las redes sociales y la presión laboral y del éxito. 

Si tenemos en cuenta el cambio de paradigma en cuanto al teletrabajo, esta digitalización de la sociedad y los procesos será incluso más pronunciada de aquí a 2021.

Esto produce un exceso de “ruido” cada vez más notable por los consumidores, por lo que las marcas apuestan cada vez más por estrategias enfocadas no a las necesidades del consumidor, si no a la personalización a través del entretenimiento y la información, con el branded content, la gamificación, etc.

9. Human Search

La última barrera que separaba a la tecnología de las personas se difumina a través del Voice Search y del Visual Search, ya que corresponden con nuestra manera innata de percibir y de comunicarnos.

El dato que más interesa a las marcas es que los early adopters del Voice y el Visual search verán incrementados sus beneficios en 2021 un 30% por encima de quienes no se suban a este carro. La metáfora tan manida de que “toda marca e institución necesita ser capaz de encontrar su propia voz (e imagen)” ahora es una necesidad literal.

10. Consumidores Sibaritas

El consumidor actual aprecia la posibilidad de valorarse, de mimarse, porque se lo merece. El propósito del consumidor sibarita ya no va a ser el que nos viene automáticamente a la mente cuando pensamos en la sufrida compra de este tipo de artículos. No solo por la ya referida lucha por la democratización, sino también por la necesidad de comprar productos de marcas occidentales por consumidores de países como China, con una clase media cada vez más emergente.

En resumen, se anticipa un consumidor informado, conectado, sensible a los precios, preocupado por las evaluaciones de otros compradores, que le gusta autopromocionarse, en buscar una gratificación instantánea e inconscientemente seguro.

¿Te ha parecido interesante? ¿Crees que hay más características que definan a los nuevos consumidores? Cuéntanoslo todo en comentarios.

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